A SUS MANOS
¡A sus manos!
que en el silencio de la noche,
mecieron mi cuna.
Velando con caricias mis desvelos,
me acurrucaron cuantas veces tuve
frió
y lloraba sin consuelo
Me impulsaron a dar mi primer paso
y me abrazaron después, si caí al
suelo.
A ellas me he agarrado tantas
veces
como tantas tuve miedo.
Descubrí en sus manos todo un
mundo
de mimos y de juegos.
Manantial de sabe inagotable,
del que bebí, mientras seguí creciendo.
Hoy quiero
dedicarlas un instante,
a ellas que por mi todo lo
dieron,
y en su lucha diaria por cuidarme,
se dejaron su piel en cada intento.
Por su tiempo
y sus horas en mimarme,
su dulzura y ternura al protegerme,
por su entrega y audacia al
enseñarme
y por tanto y tanto amor para
quererme...
Es por eso, que
de hoy en adelante,
mis manos ya curtidas por el
tiempo,
cuidaran de las suyas si hace falta,
velaran con caricias sus desvelos,
la abrazaran cuando se sienta triste,
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