Rozan las tres de
la tarde
El gallo canto tres veces
y el sol
levanta su vuelo,
horas largas de calvario
le esperan al Nazareno.
Coronado
va de espinos
cargando con un madero
bajo un calor sofocante
varias veces cae al suelo
descalzo sube la cuesta
de sangre deja un reguero
y entre esputos ,carcajadas,
entre gritos y abucheos,
una turba desatada
grita ¡muerte al rey del cielo!
Rozan las tres de la tarde,
y allá, en el monte Carmelo
ese cuerpo desgarrado
afligido y flagelado
es clavado en el madero
.
Una niebla
inusitada
ha descendido hasta el suelo,
la gente despavorida
cubren sus rostros por miedo.
Ya son las tres de la tarde
y el sol se oculta en el cielo,
ha vuelto a temblar la tierra,
Cristo yace en un madero.
Gloria Arnanz Ayuso