LAS
MIELES DEL PERDÓN
Los seres
humanos estamos llenos de imperfecciones y fallos y aunque nos levantemos con
una voluntad de hierro, y tratemos de hacer las cosas bien, con los
mejores deseos, no hay día en que no
echemos a perder todo aquello que nos proponemos, arruinándolo todo en
un instante
El
ser conscientes de nuestras propias debilidades es una ayudar a la
hora de comprender las debilidades ajenas, facilitando en nosotros tanto el hecho de
perdonar como el de pedir perdón en un momento dado.
¡Perdonar
es algo maravilloso!, imprescindible en la vida de cada ser. Aceptar un perdón
al igual que pedir disculpas cuando sea necesario nos renueva por dentro.
La grandeza de cada cual es
directamente proporcional a su capacidad de perdón. Perdonar deja una sensación
de libertad si limites, cada vez que perdonamos nos sacamos un peso de encima,
nos arrancamos ese lastre capaz de corroer a cualquiera que lo lleva dentro,
dejando abierta el alma a nuevas sensaciones y sentimientos. Si no
perdonamos por amor, al menos hagámoslo pensando
en nosotros mismos, por nuestra salud tanto física como mental por nuestro
bienestar, en definitiva por nuestro propio bien.
No dudemos en perder una pequeña batalla si
esto nos lleva a ganar la guerra, y con ello recuperar nuestra vida, la alegría, la ilusión, las ganas de vivir,
cuantas veces por orgullo o cabezonería,
por no querer ceder, condenamos nuestra felicidad arruinando todo lo que
está a nuestro alrededor, incluso aquello que mas queremos. Cuantas
oportunidades hemos perdido en la vida
por no haber sabido vencer el orgullo en un momento de ceguera.
Cada uno tiene en su mano la clave
para su felicidad, solo uno mismo es responsable de su vida, no valen culpables
ni culpas, ni vale enfundarse en ese papel de victimismo en el
que muchas veces nos refugiamos.
No te quedes en los porqués de tu pasado, cierra y clausura aquello
que no te haga bien, suelta lo que te haga daño, olvida, oxigena y
perdona. Renuévate y serás feliz,¡tienes muchos motivos por los que hacerlo!
¡En la humildad está la clave y solo si sabemos ceder
encontraremos la paz!
Gloria Arnanz Ayuso
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